RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Si hay algo que les hace tener aún a los argentinos la sangre en el ojo es lo que sucedió en el Mundial de Italia 1990 cuando al seleccionado nacional se le escapó la oportunidad de hacerse de su tercera Copa.
Allá, en suelo italiano nuevamente fueron los alemanes quienes estuvieron cara a cara con Argentina. Pero en esta oportunidad los germanos se apoderaron del trofeo más deseado con un ajustado y polémico 1-0.
Ese recuerdo permanece imborrable. Son de las cosas que no se olvida. Por eso, en Brasil 2014 se presenta una oportunidad imborrable para tomarse revancha de aquel revés que aún hoy le duele al país futbolero.